Estos aceros con mayor dificultad de temple se tratan en núcleo o en vacío según su composición química y espesor. Los aceros al carbono, como el F10 o el M7, siempre necesitan el uso del núcleo como medio de enfriamiento más energético para la obtención de las características deseadas. Este medio introduce mayor impacto térmico durante el enfriamiento y, por tanto, una mayor variación dimensional después del tratamiento. Este temple en núcleo tan solo es eficiente con diámetros de aproximadamente 20 mm. Si se supera esa medida, se recomienda un temple con enriquecimiento superficial (carbonitruración) para obtener mayores valores de dureza superficial. Los aceros Cr-Mo o Cr-Ni se pueden endurecer en vacío o en núcleo según el espesor y la masa en tratamiento.